UNA VERDAD SIN VELO

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Científicamente se conoce de los cambios que se suscitan sobre el planeta tierra. Las distracciones del mundo no permiten ver una realidad que esta ante los ojos de cada ser humano. La mayoría de los llamados estudiosos, que siguen día a día las novedades de la ciencia, la religión, la política, la cultura como los cambios sociales, entre otros, están siendo guiados por la razón y la lógica mental, así como por el sentimiento o la emoción, los cuales son marcos cerrados que obedecen a estados superficiales, de experiencias vividas y que reposan en una memoria limitada. Hay unos pocos entre los llamados eruditos "inteligentes" que se dejan guiar mas por la intuición y la percepción, que por marcos de intelectualismo, y dejan claras reflexiones y contribuciones para la humanidad, que trascienden la historia y contribuyen a cambios significativos en pro del llamado progreso humano.

Pero queda un vacio en la larga historia del ser humano. Es el vacío espiritual. Por instantes, la humanidad es agraciada con la encarnación de la sabiduría, en nuevos seres como paréntesis de luz, nuevos, dentro de cada uno de los niveles antes mencionados, pero son en algunos casos, marginados por no estar dentro del marco de lo "Normal". Pero la luz no puede ocultarse con un dedo de la mano, porque con solo su presencia, más que física, dejan la huella imborrable que trasciende el tiempo y la distancia, a los cuales llamamos dioses, porque alcanzan a mostrar la claridad del camino por el cual transita el ser humano, desorientado por la falta sabiduría que yace en su propio interno, su espíritu, como Chispa divina.

Cuando el ser humano, se descubre en su propio espíritu, se reconoce como un estado energético de esencia divina, y cae en cuenta que no es de la tierra, que sus ancestros son cósmicos y que su constitución es del mismo polvo de las estrellas. Comienza a recuperar una Memoria universal perdida, por eones, desde el inicio de los tiempos, y que ha estado dormida en el gran mundo de la ilusión, con la colaboración de los señores que le sirven al tiempo y al espacio, tanto encarnados como en espíritu.

Solo esto es posible en el inicio o al final de un ciclo, dentro del micro o macro universo, que serian lo mismo, en el estado de la Unidad, Dios.
Pero miremos ahora uno de esos ciclos, donde se involucra ambos universos como Uno: El planeta tierra y cada uno de los seres humanos, en un conjunto energético evolutivo dentro del cosmos. Un ciclo que está terminando, lo que es bien conocido, como decía al principio, por la ciencia de la investigación, sus investigadores y quienes manejan el poder que conduce la gran masa humana; mas no conducen sus espíritus. Cambio de ciclo, en el que esta entrando todo nuestro sistema solar, dentro de un Orden universal, el cual no es conocido por esa mayoría de estudiosos.
Que se conoce? El centro de nuestro sistema solar-Sol- se alinea con el centro de la galaxia-Sol- y este con el centro-Sol- del sistema alrededor del cual gira, tan perfectamente, lo cual solo ocurre cada 25,920 aprox. en lo que es conocido como la Precesión de los equinoccios. En este instante entra todo nuestro sistema solar a través del anillo fotónico, variando el fenómeno visible para la tierra, dependiendo si primero entra el sol o lo hace la tierra, produciendo días de oscuridad, para luego recorrer el cinturón entre aprox.1,000 y 2,000 años de la tierra. El sol está perdiendo su fuerza de rayos lumínicos sobre la tierra. También se conoce que el planeta está pasando por un calentamiento global, que conlleva a alguna destrucción.

Que se desconoce? El Orden universal hace un balance energético de todo cuanto existe en el cosmos, y lo ajusta en su esencia, en dirección o retorno a un Principio del Todo, Dios-sin religión alguna-dentro de un plan conjuntador, desde el centro, pero expansionador desde la periferia, recogiendo la fragmentación o desfrecuencia energética de la misma esencia, donde se creó el mismo espacio-tiempo. Como el universo no está por fuera, sino dentro de todo cuanto esta manifestado, el ser humano, en su proceso de recuperación espiritual, es el artífice, constructor o destructor, es decir es quien lidera la evolución o involución de todo cuanto existe, incluyendo el planeta tierra.

La realidad del ser humano es el espíritu, no su materia ni su mente. El desconocimiento de su realidad como espíritu, de su origen como esencia de su energía, de su misión sobre la tierra y del por qué de su encarnar en este planeta, como hacia dónde va su proceso evolutivo, para que y como está realmente constituido el macro universo en su propio ser como Uno, y cuál es la realidad de la formación del Universo que ve lejano de si mismo, como también la verdad de como llego a la tierra su proceso humano, le hacen doblemente ignorante, de la mente y del espíritu.
El Sol nunca ha sido un astro físico, incandescente; siempre ha sido un contenedor de la luz esencial, que sostiene el ritmo del universo en unidad perfecta con los demás soles, que conectan en línea directa al centro o corazón origen del universo, Dios, permitiendo que todo en derredor de cada sol, como si mismos, giren en espiral de ascenso evolutivo hacia la Unidad. Por esta razón, nuestro Sol ha venido siendo la Casa de todos los Dioses o paréntesis de Luz que han encarnado en instantes de humanidad, desde la esencia misma, y que al cumplir su misión, no abandonan la humanidad, sino que permanecen con ella, no físicamente, sino irradiando en amor, el mismo proceso evolutivo del espíritu humano, para no dejarlo perder en la red magnética del tiempo y espacio ilusorio. Así, la ultima esencia universal en Dios, que permaneció solo un instante en la humanidad, como Cristo, nunca dejo de ser como energía esencial, aunque su materia se transfiguro, transmuto-no murió-recogiéndose en su Casa Cristox Solar.

Ahora, Cristo se conjunta en el Espíritu Santo con el Padre Dios, es decir, Conjunta el Universo como Uno. En este orden universal se recoge la esencia, y lo que no es esencia debe transformarse, y entrar en el proceso de la tierra, a hacerse Una con ella, porque nada esta aparte, ni hay diferencia alguna, ya que todo es energía. La diferencia la ha marcado el señor del tiempo y el espacio dentro de la ilusión, creando así mismo destrucción, para alimentar en la misma energía desfrecuenciada, el mismo poder que se sostiene, con el desorden, la ignorancia y el entretenimiento mental, sentimental y físico, para alejar la verdad con la misma mentira.

La tierra como el universo continua su rumbo evolutivo que obedece al Principio eterno, al cual no esta unido el ser humano, como humanidad, por la misma inconsciencia o utilitarismo, como siervo fiel al placer y al egoísmo. Para entrar en su nueva espiral ascendente, "ordenando la casa" en el mismo desorden que el ser humano ha colocado su hábitat la tierra, el universo macro en si mismo como micro, se rediseña, y en este rediseño, nada quedara igual. Podría hacerse este paso evolutivo, sin dolor, sin sufrimiento, sin la mal llamada muerte, pero lo que ha construido el hombre sobre la misma tierra, es lo mismo que recoge, por tener como base la mentira. En verdad, nada es gratuito, se recoge lo que se siembra.
Pero nada se pierde, la esencia se preserva, y el sufrimiento, el dolor y la muerte, es reconciliado con la paz, la luz, el orden al cual entran los espíritus al partir de la tierra, aunque, quienes generaron la misma destrucción energética sobre el planeta, aun hayan sido llamados "inteligentes" o "poderosos" en la tierra, vayan luego a ser elementos útiles de sus mismas creaciones, de las mentes de poder por fuera de la tierra, en inter-dimensiones, que ayudaron a construir con su ignorancia, tal como lo están haciendo en el experimento del acelerador de hadrones. "Lo semejante se atrae"

Siempre hay un instante para reparar, sanar, reconstruir; y esto se da en los corazones sencillos y honestos, sin importar la condición económica, social o cultural se encuentre, pero ante todo está en un ser humano, que reconoce su espíritu, a Dios en si mismo, antes que la materia o la mente. En y sobre ese corazón es que hay que reconstruir. Nunca es tarde. Es en un instante, donde se recupera la gracia, el principio, la virtud, la dignidad, el valor. "El ave Fénix levanta su vuelo, desde sus cenizas" Reconocerse así mismo como esencia divina. Volver los ojos al interno de su espíritu, Dios. Limpiar y deshacer el camino de destrucción en sí mismo y con el semejante ser humano y todo cuanto existe. Reconocerse como Uno, en todo cuanto existe, sin diferencia alguna, como espíritu, como esencia. Clamar por un retorno a su principio divino, como Dios, y entrar dentro de la Gran Confederación del Espíritu como Uno, dentro de la Conjuntación Universal, para recobrar la Memoria universal que entrega la Heredad perdida, como verdaderos Hijos de Dios.

Hoy una Familia Universal está presente en la tierra, orientando el regreso como Uno. Nos hemos unido como Confederación del Espíritu, desde el Universo, por fuera del tiempo y del espacio, a la cabeza de los Padres regentes Isis y Osiris, en el reemerger de la Atlántida antigua, con la consciencia del hoy, en unidad a sus Hijos Atlantes confederados. Ellos retornan, después de recobrar su heredad como Dioses, a recoger lo máximo de la humanidad en energía cuántica de espíritu, para que el balance dentro del orden del universo, este orientado hacia la luz. Evitando así una mayor catástrofe en dolor, miseria y muerte, permitiendo la paz y la armonía, en el paso cierto y necesario del conjunto energético, tierra y su humanidad, hacia un Nuevo amanecer, un Nuevo sol y Nuevas tierras, porque ya había sido expresado: "Todo pasara, pero mis palabras no pasaran".
En amor
Comepine
Ciudadano Universal
Para conocer mas:
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