lunes, 26 de septiembre de 2016

CUANTAS VECES HAY QUE NACER Y MORIR?

CUANTAS VECES HAY QUE NACER Y MORIR? Cuántas veces hay que nacer y morir para encontrar la identidad del espíritu? No hay un número fijo. Pueden ser pocas o muchas veces; algunos para lograr identificarse solo como seres humanos, otros como seres espirituales, otros en una fusión con sus maestros de luz, otros en una fusión con mi Espíritu. Por eso existe la Conjuntación Universal. Y es que mientras os encontráis naciendo y renaciendo, la Conjuntación se hace cada vez más extensa y con mayor número de veces para recogerse, con mayor amplitud en su espectro y proyección. La vida se está recogiendo en todo el Universo; y en éste día y momento especialmente donde convocamos a la mente, estamos recogiendo la intensidad entre la vida y la muerte. Es solo un instante que los separa, pero allí donde están unidos son inseparables, porque el uno está conectado al otro en el finísimo orden y balance del universo, entre lo que es visible para quien nace e invisible para quien muere. Es en ese instante, donde hoy la intención de la reflexión de vuestro corazón tiene que hacer el balance propio de la vida. Porque la vida de la tierra está cambiando. Los momentos que se vivieron hace diez, quince, veinte, cuarenta años, han cambiado. Los ciclos de la tierra que antes eran más largos, ahora se han convertido en más cortos; y el eje de la tierra magnético también tienen sus cambios; y el día regular en vuestro calendario es más corto. No es real el nacimiento y no es real la muerte. Es real la vida como eterna. Así se hace el balance y se escribe en el libro del amor: “La eternidad hace que el nacimiento sea verdadero y que la muerte se diluya en ese nacimiento, convirtiéndose en el renacimiento de la vida eterna”. No hay que temer a la muerte. Nadie le dice al bebé que va a nacer que no tema; pero es igual. El primer suspiro de la vida física duele y el último suspiro de la vida física también duele, física, mental y emocionalmente. Hoy debo convertir en vuestro corazón una realidad que flota en el Universo y que está presente en la Conjuntación Universal: Debéis renacer; hacer la transición, transmigrar lo que queda de mente y del cuerpo hacia la vida eterna, conservando el cuerpo físico. Ya no son los apegos de la vida material, pues estos se han despegado de vosotros en una gran medida. No son apegos materiales, tampoco emocionales. Son apegos mentales, la subsecuencia de la conquista de la eternidad, donde los fluidos electromagnéticos succionan en el cerebro, en vuestro cerebro, las particularidades que hacen resistencia en la entrega de sí mismo a la libertad del espíritu. Y mirad: Cuando no se hace el trabajo del desprendimiento espiritual, mental y emocional y el espíritu debe desprenderse de la tierra, necesariamente, debe ir a los campos de purificación y desintoxicación, donde el espíritu debe desprenderse de los apegos que quedaron en sus cuerpos aún sutiles o densos de quien fuera su materia física, su vehículo de transportación. Hay quien al pie de la muerte reflexiona en el instante, y pierde hasta el apego más pequeño o el más grande. Esta reflexión de éste momento es de un instante, y es transcendental y esencial poder lograrlo. Cuando combinas la vida y la muerte con naturalidad y con esencia de seguir viviendo en eternidad, en ese instante perfecto de balance eterno, quien queda vivo es el espíritu en el cuerpo, que no está anudado a las realidades del nacimiento ni a las realidades desconocidas de la muerte. website: omonegod.org universidad espiritual: https://www.youtube.com/watch?v=fw5gPGPXATs

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